El caldo bordelés es un anti-criptogámico utilizado para algunas enfermedades dañinas de las plantas (especialmente el tizón del tomate). Ya se usaba en la época de los romanos, como un compuesto a base de cobre y calcio, diluido en agua. El caldo bordelés es un contacto anticriptogámico, a base de cobre (que es un metal que daña las paredes celulares de los hongos que dañan muchos cultivos). El caldo bordelés es un producto a base de cobre y por lo tanto es útil para tratar falsas enfermedades que atacan las raíces, hojas y frutos de nuestros productos. Al poder preparar el caldo bordelés "en la granja" evitamos la adición de coformulantes (muchas veces nocivos) que le daríamos a nuestras plantas (y por tanto a nosotros a través de los alimentos). Para preparar el caldo bordelés necesitamos tres elementos simples:
Sulfato de cobre (CuSO4), comprado en forma de polvo (para facilitar la disolución), pero si no está disponible también en escamas. Cal, preferiblemente cal viva, es decir, óxido de calcio, CaO. Si no lo encuentra, también puede utilizar cal apagada o hidratada, es decir, hidróxido de calcio, Ca(OH)2, derivado de la reacción de apagado de la cal viva: CaO + H2O → Ca(OH)2. El agua . Las proporciones que debemos utilizar para la mezcla son: 1 kg de sulfato de cobre y 1 kg de cal por cada 100 litros de agua. La mezcla debe prepararse en recipientes no metálicos (uno de 20 y otro de 150 litros, o proporciones idénticas en cantidades diferentes y por tanto con recipientes de distintas capacidades) y mezclado con la ayuda de un palo de madera. En este punto, disuelva 1 kg de sulfato de cobre en 10 litros de agua en nuestro recipiente de 20 litros. Procuremos que la mezcla se disuelva por completo, sin dejar residuos (si el cobre está en escamas, ponerlo en agua el día anterior para que se derrita más fácilmente). Luego disuelva el kg de cal en los 90 litros de agua restantes en el recipiente de 150 litros. Ahora agrégalos y agrega el sulfato de cobre a la mezcla de cal, siempre en ese orden y luego revuelve para mezclar todo. El caldo bordelés hay que utilizarlo al día siguiente para no perder su eficacia. El tratamiento preventivo debe realizarse antes de que llueva para prevenir con antelación el desarrollo de hongos y actuar (sobre todo en las hojas) de abajo hacia arriba. Se aconseja no utilizar este producto sobre tejidos blandos y en presencia de eflorescencias, ya que contrasta con la decoración. Otra advertencia es no abusar de estos productos porque el cobre (metal pesado) presente en ellos, si se acumula en el suelo, inhibe y deprime las actividades microbianas útiles para los procesos de síntesis del humus. Se debe evitar llegar al límite de unos 6 kg/Ha por año que es, entre otras cosas, el límite legal.