La agradable sensación de tranquilidad, frescor, que percibimos en un jardín bien cuidado, donde el césped puede ser tan protagonista como el más bello rincón de nuestro jardín. Unos mantenimientos mínimos hará que nuestro césped parezca una alfombra verde.
El riego es un factor fundamental para un buen crecimiento verde y vigoroso. En zona de mucho calor tendremos que hacer un par de riegos diarios, uno a primera hora de la mañana y otro al atardecer.
La siega es muy importante para mantener el césped como una alfombra verde, uniforme, homogéneo, sin irregularidades. Tendremos que tener una frecuencia de siega constante sin dejar que crezca más de 7 u 8 cm., con una altura aproximada de 3 cm.de siega.
Como todas planta tiene unas necesidades de nutrientes, que varían según las épocas del año. Debemos abonarlo cada primavera para devolverle al suelo los nutrientes que son extraídos por la hierba y por la poda, el nitrógeno, en elevada proporción en los meses de mayor crecimiento (primavera y verano), para cambiar estas proporciones aportando más fósforo, potasio, magnesio, en los meses más frío.
El gran olvidado en las tareas de mantenimiento es el escarificado. Consiste en pequeños cortes en el suelo para eliminar capas de fieltro que se forman con los restos de la siega y los sistemas reproductivos de la especies vegetales, de está manera crearemos un intercambio de gases entre la atmósfera y el suelo, aportando oxígeno a las raíces del césped, así como una mejora en la filtración del riego. Los resultados serán un césped vigoroso, verde, fuerte y brillante.
El césped no suele presentar muchas enfermedades ni plagas, pero si es frecuente la aparición de malas hierbas, que tendremos que controlar antes de que se extiendan, con un herbicida especifico. El musgo puede aparecer por un exceso de riego, que provocará rodales amarillo, sin hierba. Lo combatiremos utilizando fitosanitarios con un complejo nutritivo con efecto antimusgo. Si hemos omitido estás tareas de mantenimiento, trataremos la zona con un buen escarificado, un ligero aporte de sustrato y una resiembra con unos granos de semillas, para que en pocos días tengamos la zona dañada recuperada.
La variedad que plantemos, dependerá de el uso que le vayamos a dar. Tenemos especies de crecimiento rápido, lento, otras que se adaptan mejor a zonas sombrías, o al pleno sol. También existe diferencia en la finura, lo que no dará un aspecto más suave o rustico, así como un comportamiento distinto al pisoteo. Es recomendable utilizar varias mezclas, en el entorno a la piscina, generalmente con más pisoteo, sembraremos una mezcla de Festuca sp, que nos dará una buena resistencia a las elevadas temperaturas.