Características del arce japonés
El arce japonés puede medir entre 6 y 10 metros. Aunque ha habido unas cuantas que han llegado a los 16 metros, se caracteriza por crecer en bosques donde predomina la sombra. Tiene la costumbre de desarrollar su crecimiento imitando la forma de una pirámide. Muchos troncos suelen crecer en la base del árbol, sus hojas pueden crecer de 4 a 12 centímetros de largo y anchas y de forma palmeada donde hay entre 5, 7 o 9 lóbulos puntiagudos. En cuanto a su color, podemos decir que el arce japonés tiene un color muy fuerte entre rojo intenso y morado. Que adquiere un tono muy brillante durante el otoño. Durante la primera, el arce japonés suelta varias hermosas flores en su parte más alta, cada una de las cuales consta de cinco pétalos, de unos tres centímetros de largo, suelen venir en tres colores, rojo, morado y blanco. Que son totalmente cautivadores de ver.
Cuando hablamos de la descripción y la categoría científica en la que se cataloga el arce japonés, tenemos que ser muy precisos y tomar los datos exactos que se exponen en los estudios realizados por especialistas, por lo que describiremos es así:
Hojas amarillas, otro clásico
Y como pasa cuando un arce japonés tiene las hojas marrones, no responde a una sola razón.
La primera y más importante suele ser una deficiencia de hierro en el suelo. Acer palmatum es un gran demandante de nutrientes, incluido el hierro. Un elemento imprescindible para que hagas la fotosíntesis correctamente. Cuando ocurre esta deficiencia, las hojas se vuelven amarillas, pero la nervadura permanece verde. Si este es el caso de nuestra planta, es el momento de aplicar un producto anticlorosis.
Roble (Quercus sp.)
Roble francés o roble común (Quercus robur) Roble rojo del norte (Quercus rubra)
Hojas bastante largas, redondeadas o lobuladas en el ápice lóbulos acuminados , con un borde liso. Colores de otoño: tonos amarillos y marrones (Roble Rojo del Norte: rojizo).
Frutos
Son dizamaranes, con las alas formando un ángulo bastante abierto. Los frutos maduran en otoño y hay que recogerlos pronto para que no pierdan su poder germinativo.
Uno o más troncos principales que terminan en una copa redondeada, más o menos ensanchada. Dependiendo de la poda en los primeros años, el arce puede crecer como arbusto o como árbol de copa